Tu siempre relegado a tus
asuntos, tu siempre en tu soledad, inaccesible. Yo aquí relegada al hotel y a
la inmensidad de sus salones, limpiándolo todo, cuidando de Danny. Porque tú
nunca le has querido de verdad, para ti el es un estorbo. Esa frialdad con la
que nos hablas… ni el más mínimo gesto de afecto. Tu arma es el silencio. Para
ti el afecto no existe. Por más que no quiero darme por vencida siempre me
surge esa imagen de una dulce niña pequeña tirando de la falda de su madre en
busca de atención. Porque tú no me atiendes ni me piensas. Tú me asumes y me
anulas. Para ti soy solo otro estorbo.
Rafa García.
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