Ese fino hilo que separa el amor pasional del enfermizo y
que ni si quiera soy capaz de distinguir…; Habitualmente me sumerjo en sus ojos
y dudo de lo que me dicen sus palabras.
En tan solo un
instante la ira se apoderó de él. Era todo tan extraño…nunca había vivido una
situación igual. Siempre me había tratado con delicadeza y dulzura haciéndome
sentir una mujer especial y querida, pero ese día enloqueció repentinamente.
Al mismo tiempo que
sus chillidos retumbaban en mi cabeza, los sentimientos de confusión y de
cierto miedo comenzaban a dominarme. Estaba a centímetros de mí, su voz se
alzaba por encima de la mía, mostrándome su hombría. Su sonido era como una
aguja clavándose en mis entrañas. Estábamos inmersos en un continuo vaivén de
reproches y acusaciones. Intenté acercarme a él pero me empujó y caí al suelo
segundos después. Debí tropezarme sin
querer.
Sus ojos llenos de ira y odio brillaban al mirarme, me hacía
sentir única. Sé que me ama y que esto es puntual, o no, pero parece ser que en
esto consiste el amor.
María Delgado Cassidy.
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