miércoles, 19 de marzo de 2014

Nora. Casa de muñecas, Henrik Ibsen (1879)

De 1879 a hoy en día ha habido muchos cambios pero, tal vez, no todos los suficientes. Las mujeres hoy en día hemos adquirido una pseudo-libertad y autonomía. Trabajamos fuera del hogar, pero tenemos mayor dificultad para ascender a mejores posiciones en el trabajo y a igualdad de puestos, se nos paga menos que a los hombres. A pesar de trabajar la misma cantidad de horas que nuestras parejas, seguimos asumiendo nuestro rol ancestral en el hogar. Somos las que nos ocupamos mayoritariamente de las tareas del hogar, del cuidado de los hijos y de los mayores. Se nos exige además estar guapas y delgadas como muñecas idénticas.
Algunas son cuidadas como muñecas y como tales se las excluye de las decisiones importantes. Pero no siempre es así, en nuestro continente, un porcentaje importante de mujeres sufre abusos físicos y psicológicos por parte de sus parejas y en sus puestos de trabajo. Si salimos a otros continentes, la situación es mucho peor, existe la ablación en niñas y la sospecha de infidelidad se paga con la muerte por lapidación, sin posibilidad de escapar de un pedrazo.

Juan Jaliquias.

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